Reseña a Había una vez en Hollywood
En febrero de 1969, el actor de Hollywood Rick Dalton,
ex estrella de la serie de televisión western de los años 50, Bounty Law, teme
que su carrera haya terminado. El agente de casting Marvin Schwarz le aconseja
que haga Spaghetti Westerns, a lo que Dalton siente que está debajo de él. El
amigo y doble de acrobacias de Dalton, Cliff Booth, un veterano de guerra que
vive en un tráiler con su pitbull, Brandy, conduce a Dalton por la ciudad ya
que Dalton por sus problemas de alcoholismo ha tenido varios accidentes. Booth
lucha por encontrar trabajo cinematográfico desde la muerte de su esposa, a
quien se rumorea, había asesinado.
La actriz Sharon Tate y su esposo, el director Roman
Polanski, se han mudado a la casa de al lado de Dalton. Él sueña con hacerse
amigo de la pareja para restaurar su estatus en el medio. Esa noche, Tate y
Polanski se unen a Jay Sebring en una fiesta llena de celebridades en la
Mansión Playboy.
Al día siguiente, Booth repara la antena de televisión
de Dalton. Recuerda un combate de sparring que tuvo con Bruce Lee en el set de
The Green Hornet, lo que resultó en que Booth fuera despedido en el acto.
Charles Manson pasa por la casa de Polanski y Tate en busca del productor Terry
Melcher, que solía vivir allí, pero es rechazado por Sebring.
Mientras conduce el auto de Dalton, Booth recoge a una
joven en el camino, la cual es Pussycat. La deja en el Rancho Spahn, donde
Booth una vez filmó Bounty Law. Booth se da cuenta de la gran cantidad de
hippies que viven en la propiedad (la autodenominada familia Manson), y
sospecha que se están aprovechando del propietario, George Spahn. Booth insiste
en buscar Spahn para verlo a pesar de las objeciones de Squeaky Fromme, pero al
hablar con el viejo, éste descarta los temores de Cliff.
Volviendo al coche, Booth descubre que Clem Grogan ha
cortado un neumático; Booth lo golpea y lo obliga a cambiarlo. Una de las
chicas, Sundance, va a traer a Tex Watson, pero para cuando Watson llega a caballo
para afrontar la situación, Booth ya se había ido. Mientras tanto Tate va a dar
un paseo y decide detenerse en una sala de cine para verse a sí misma en The
Wrecking Crew.
Dalton consigue el papel de un villano en el piloto de
una nueva serie, Lancer, y entabla una conversación con su co-estrella de ocho
años, Trudi Fraser. Durante una escena, Dalton, que estaba con una fuerte
resaca lucha con su diálogo. Después de tener un colapso en su trailer, Dalton
regresa al set y realiza una actuación formidable que impresiona al director,
Sam Wanamaker, y a la pequeña Fraser, la cual felicita al actor reforzando su
confianza. Después de ver la actuación invitada de Dalton en un episodio de The
F.B.I., Schwarz lo reserva para protagonizar el próximo western de Sergio
Corbucci, Nebraska Jim. Dalton lleva a Booth con él para una temporada de seis
meses en Europa, durante la cual aparece en dos westerns adicionales y una
Eurocomedia, y se casa con la estrella italiana Francesca Capucci.
Al regresar a Los Angeles, Dalton le informa a Booth
que ya no puede pagar sus servicios, y aceptan separarse. Salen a tomar algo y
regresan a la casa de Dalton, donde Capucci está durmiendo. Booth fuma un
cigarrillo con ácido y lleva a Brandy a dar un paseo. Mientras tanto, Watson,
Susan Atkins, Linda Kasabian y Patricia Krenwinkel se estacionan afuera de la
casa de Tate para asesinar a todos los que se encontraban dentro de ella.
Dalton oye el auto, y al darse cuenta que son hippies a los cuales detesta,
sale y les ordena airadamente que se vayan, los asesinos cambian sus planes
originales y deciden matar a Dalton en su lugar, después de las razones
expuestas por Atkins, la cual dice que Hollywood "les enseñó a
asesinar".
Kasabian se va, abandonando a los otros tres. Ellos
irrumpen en la casa de Dalton y se enfrentan a Capucci y Booth, el cual los
reconoce desde el Rancho Spahn. Booth ordena a Brandy que ataque, y juntos
matan a Krenwinkel y Watson e hieren gravemente a Atkins. Atkins, pistola en
mano, comienza a disparar al aire y Cliff cae inconsciente por los efectos del
cigarro y la puñalada en la pierna propinada por Kreinwinkel, al levantarse,
Susan tropieza con una ventana y cae afuera, alarmando a Dalton, que estaba
escuchando música en los auriculares en su piscina, ajeno al caos. El actor al
darse cuenta del peligro de una moribunda Atkins, va por un lanzallamas
guardado de un rodaje de película e incinera a la joven. Después de que Booth
es hospitalizado y Capucci vuelve a dormir, Sebring se da cuenta de la
situación ocurrida desde la puerta de la Casa Polanski y habla con Dalton
felicitándole al igual que Tate quien a manera de agradecimiento lo invita a
tomar una copa con sus invitados, Sebring, Abigail Folger y Wojciech Frykowski.
Opinión Personal
Es una hermosa película
que recrea el Hollywood de los 60 y un elenco de primera cuya actuación creíble
hace muy llevadera la película a pesar de su extensa duración.
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